El 1 de julio, un año más, la lancha de Mugardos soltará amarras del muelle de Curuxeiras para trasladar a turistas, trabajadores y a cualquier viajero que lo desee entre el puerto ferrolano y el mugardés. Para esta nueva singladura se mantienen precios y rutas del verano pasado aunque, según el empresario Francisco Fernández Cabana, las previsiones no son muy halagüeñas.
«Creo que va a ser peor que el año pasado, según están las cosas», dice Fernández Cabana, propietario del Rías Altas Uno, embarcación que realiza el trayecto. Esta lancha de Mugardos padece una continua pérdida de viajeros desde hace unos años, y Fernández Cabana duda de que sea este el verano en que haya un repunte.
Según el patrón del barco, el buen tiempo quizá salve la campaña, ya que el sol puede atraer a más turistas a la ciudad. En los últimos años, los únicos viajeros entre Ferrol y Mugardos son veraneantes, cuando antaño eran los trabajadores los principales clientes del servicio.
La travesía entre ambos puertos, además de en período estival, se hace en Semana Santa. «La de este año ha sido muy mala», asegura Fernández Cabana, ya que, afirma, solo viajaron una media de cinco o seis personas por recorrido. «Y hubo días que ni eso», lamenta el empresario. Los cruceros por la ría, organizados también por Fernández Cabana, tampoco tuvieron mucho éxito en Semana Santa.
El patrón del Rías Altas Uno dice que este estío el barco tendrá la promoción de todos los años, pero que tampoco espera que esto repercuta positivamente en el número de usuarios.
El atractivo de la lancha de Mugardos es que ofrece un paseo por la ría ferrolana en el que se puede disfrutar de las vistas del castillo de San Felipe y del de La Palma, además de las entradas al puerto pesquero mugardés o a la dársena de Curuxeiras.
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